¿Estás pensando en invertir en la educación de tu hijo, sobrino, amigo de la familia o simplemente de un niño? Estás a un paso de hacerle un regalo increíble. Y, estás a un paso de darle ventajas que quizás no habías considerado antes.
Formar un niño bilingüe significa darle la posibilidad de tener grandes ventajas no sólo a nivel académico o profesional, sino a nivel personal y emocional. Aquí, te vamos explicando 7 ventajas que tendrá tu hija o hijo al crecer bilingüe.
1. Un niño bilingüe aprende dos idiomas naturalmente
En el rango de edad que va desde lo cero hasta lo seis años, el niño tiene mayor sensibilidad fonética y lingüística. ¿Qué quiere decir esto? Si creas una rutina y un ambiente bilingüe, vas a ayudar al niño a adquirir dos o más idiomas de manera natural y eficaz.
2. Un niño bilingüe aprende más rápidamente
Muchos estudios e investigaciones han demostrado que una persona bilingüe es más rápida para aprender que otros niños que sólo hablan un idioma. Además, es capaz de aprender palabras en ambos idiomas de manera más eficaz.
3. Un niño bilingüe soluciona los problemas
Un niño que habla dos o más idiomas, está acostumbrado a transformar su pensamiento en soluciones concretas. ¿Esto qué significa? Desarrollo de mayores capacidades de problem solving de manera natural.
4. Un niño bilingüe aprende otros idiomas
Un niño bilingüe desarrolla naturalmente un conocimiento más profundo de la estructura lingüística y una idea más definida de las diversidades del vocabulario. Por esta razón, para toda la vida tiene una ventaja: aprender más fácilmente un idioma extranjero.
5. Un niño bilingüe es más tolerante
El crecimiento de un niño bilingüe está caracterizado por la conciencia que en el mundo existen muchas culturas diferentes entre ellas. La consecuencia de esta apertura mental es que el niño se sienta estimulado y curioso en descubrirlas sin pensar en juzgarlas. Por esta razón, es más resiliente para aceptar las diferencias.
6. Un niño bilingüe aprende como un juego
Un niño bilingüe aprende el segundo idioma de manera natural, jugando y descubriendo el ambiente a su alrededor y el mundo entero. Esta metodología es completamente diferente de la aplicada en las escuelas clásicas donde te imparten clases de gramática y nunca practicas el idioma. En este caso, esta estrategia de aprendizaje es más divertida y más agradable, eficaz y evita el rechazo por parte del niño.
7. Un niño bilingüe tiene mayor concentración
El hecho de ser bilingüe, impone ejercitar continuamente una atención selectiva. Hay que seleccionar y limitar tu cerebro a ciertas características en relación al idioma que estás practicando. Esto te lleva a desarrollar la capacidad de concentración que consiste en ignorar hechos irrelevantes en un determinado momento.
No subestimes la gran ventaja de invertir en la educación de tu hijo. Le estás regalando algo de muy valioso.
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